"Tras un accidente similar de mi esposa el año pasado en el Parque de Aluche, y presenciar también el otro día una caída de una señora en la calle Illescas al tropezar con una baldosa levantada; he empezado a observar con detenimiento el estado de las aceras por las que caminamos miles de ciudadanos cada día en nuestro barrio, y en Madrid en general.
A diferencia de la parte asfaltada por donde circulan los coches, y que periódicamente recibe una atención, las aceras presentan un nivel de abandono histórico digno de una país tercermundista, siendo un verdadera peligro para cualquier peatón que baje la guardia atencional y no digamos para personas mayores, con movilidad reducida, portadoras de carritos, bebés, discapacitados –apenas salen a la calles de nuestro barrio-, etc.
A los problemas endémicos de alcorques levantados y sin cubrir; troncos de árboles cortados y sin sacar; farolas, papeleras y todo tipo de señales situadas en medio de las aceras; anuncios publicitarios de cualquier negocio cercano; baldosas levantadas; orines, excrementos de perros y suciedad acumulada de semanas; estrechez de espacios, etc.
Se le ha unido ahora la invasión de cientos de mesas y sillas de bares y restaurantes, haciendo casi imposible la movilidad peatonal en muchos lugares.
Como ciudadanos responsables y personas que nos importa que la vida sea digna y amable en nuestro barrio y ciudad, y poder ejercer el derecho que todos tenemos de pasear nuestras calles sin poner en peligro nuestra integridad física, hemos iniciado una recogida de firmas en www.change.org bajo la petición
Ser peatón importa, para trasladar a las autoridades municipales nuestra inquietud y reivindicar un cuidado y control esmerado de las aceras de nuestro barrio y ciudad. Pedimos, con humildad, la colaboración de todos los vecinos/as para realizar una respuesta masiva de firmas y conseguir este objetivo. Muchas gracias. Arturo Salas".
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