Así lo manifestó en una entrevista en Europa Press la consejera de Familia, Juventud y Política Social, Concepción Dancausa, quien desveló que su departamento está realizando una nueva distribución de menores entre centros.
Problemas entre los vecinos
De esta manera, la Comunidad prevé el cierre del centro de Primera Acogida de la Casa de Campo, que desde que se abrió hace unos años ha generado muchos problemas entre los vecinos de la zona de Batán, al aumentar los delitos por pequeños robos, que atribuyen a algunos de los menores extranjeros no acompañados (menas) que allí viven.
Sin embargo, Dancausa ha advertido que no será un cierre inmediato, sino que tardará un tiempo, ya que se está acondicionando un nuevo centro para atender a estos menores.
El consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Enrique López, durante la presentación de la Memoria 2020 de la Agencia para la Reeducación y Reinserción del Menor Infractor (ARRMI).
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La consejera también ha señalado que el centro de Hortaleza, pasará a ser un centro de Primera Acogida, es decir, aquellos que acogen a niños y adolescentes de forma urgente, realizan un estudio valorativo de su situación y proponen a la Comisión de Tutela la medida más adecuada para cada uno de ellos. «Esos son chicos menos problemáticos que los más mayores, por eso esperamos que los problemas que había, que ya no hay o no tanto, podamos resolverlos», ha apuntado.
Obligados por la ley
Según ha explicado Dancausa, el Ejecutivo regional tienen la obligación por ley de trabajar para que los menores en protección, ya sean españoles como extranjeros, lleguen a los 18 años con trabajo y vida autónoma.
«Tanto para unos como para otros dedicamos los mismos esfuerzos. Los menas tienen una problemática distinta porque en muchos casos no conocen el idioma y tenemos que darles clases extras para que se coloquen al mismo nivel educativo que en España. La Ley nos obliga a que atendamos a todos los menores que no tengan una familia y eso es lo que hacemos», ha sostenido.
En cuanto a la inmigración, la consejera ha subrayado que en Madrid «los inmigrantes se han adaptado» y «no ha habido conflictos de falta de tolerancia». «La inmigración es americana y europea y se ha integrado sin dificultad. Madrid es una comunidad adaptada y acostumbrada a recibir gente de fuera, de otras provincias. Y eso contribuye a que la inmigración haya sido positiva», ha esgrimido.
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